La incursión en la venta de pollo frito surgió por el hallazgo
de una máquina que Fernando Hoyos enseñó a Don Alfredo y Doña
Liliana, quienes compraron su primera máquina Henny Penny de
segunda, su sistema de cocción hace que el pollo quede más
jugoso por dentro y tostadito por fuera.
Don Alfredo, era experto en armar este tipo de máquinas,
lograba identificar si una máquina en un restaurante estaba
descalibrada al entrar y decía “El negocio de Frisby se conoce
a partir de la máquina freidora, desde la cocina hacia afuera”.