Todo sistema de indicadores debe contribuir a que los procesos de la
empresa estén dirigidos a satisfacer las demandas, expectativas y
necesidades de sus clientes (internos y externos) dentro de los
principios de calidad, oportunidad y seguridad del servicio.
Esto, traducido a nuestro lenguaje se resume en:
Generar Clientes Fanáticos, por lo
que la retroalimentación permanente los hace un instrumento dinámico
acorde con la evolución de la actividad empresarial.
Adicionalmente, la medición de los indicadores no
puede entenderse solo como un proceso de recoger datos, sino que
debe insertarse adecuadamente en el sistema de toma de
decisiones.
Se pueden tener muchos datos sobre
las causas de un efecto, pero si no se realiza un análisis detallado
de la información con la finalidad de poner bajo control el proceso
o de mejorar su desempeño, de poco servirán dichos datos y la
medición.